sábado, 8 de marzo de 2014

Increíbles 'Bacantes' en la UA

¡Hola argonautas!

Os dejamos las fotos que nos hicieron en el Paraninfo de la Universidad de Alicante... Os recordamos que interpretamos Bacantes y ¡el auditorio estaba a rebosar!

ÁLBUM: Bacantes - La Nave Argo (Cultura en la UA)

También os dejamos la crítica por parte de VEU, la revista cultural de la Universidad de Alicante. Una crítica escrita por Davide Mombelli:

Los jóvenes tripulantes de la Nave Argo, compañía de teatro clásico del Colegio Inmaculada Jesuitas de Alicante, vuelven a echar amarras en el Paraninfo con otra gran tragedia de Eurípides: Bacantes (el año pasado visitaron el campus con Medea). Ver el Paraninfo lleno a rebosar de asistentes también muy jóvenes provoca una grata sensación; máxime porque el pretexto de esta concurrida reunión es la visión de un drama clásico, quizás uno de los más emotivos de la Antigüedad griega, y no el concierto de alguna impúbera y transgresiva pop-star

Estrenada en el 406 a.C., Bacantes escenifica la teomaquia de un Dios “nuevo”, Dioniso, cuyo culto no estaba bien aceptado en la Tebas de Cadmo y Penteo. El castigo por no tratar a esta figura proveniente de tierras bárbaras como una divinidad será tremendo: Ágave, con su séquito de ménades poseídas por un éxtasis báquico, dará muerte a su hijo, el rey Penteo. Toda la obra se basa en el conflicto entre razón y sin-razón, serenidad y embriaguez. Nietzsche vio en esta tragedia el paradigma de la tensión entre el desenfreno dionisíaco y la moderación apolínea, dialéctica de la que brotaría todo arte. 

Así, los chicos y las chicas de La Nave Argo tenían que enfrentarse al reto de dar cuerpo y alma a unos personajes profundamente trágicos, y el resultado fue un éxito. Destacan la puesta en escena, esencial pero muy pictórica (un altar central adornado con la calavera de un toro), y el dinámico e incesante movimiento del coro, que rompe los límites del espacio escénico, confundiéndose en varias ocasiones con el público, como en el párodo, cuando las bacantes, abandonadas al frenesí dionisíaco, corren bailando y gritando por los pasillos entre butacas, provocando un alboroto muy sugestivo (el desconcierto y griterío del joven público les ayudó considerablemente a crear este efecto). Marién Navarro hizo un buen trabajo con el vestuario, haciendo primar la sencillez y la elegancia a la precisión arqueológica. Rigurosa es, en cambio, la fidelidad al texto original: el director Fernando Nicolás se concede licencias puntuales, como la representación del violento asesinato de Penteo mientras el mensajero relata el acontecimiento, escena truculenta que se solía ocultar detrás de la skené en la puesta en escena original. 


En cuanto a las actuaciones, los de la Nave Argo (recordémoslo: todos actores muy jóvenes y amateurs) se defendieron dignamente. Si hay que hacer un nombre, es el de Ágave, interpretada por Lluc Francés, que sabe gestionar bien los bruscos cambios psicológicos y emocionales de su personaje. Y si hay que formular un reproche, es una lástima que a Juan Carlos Verdú (Tiresias) se le haya concedido un papel tan breve, ya que en los pocos momentos que estuvo en las tablas dio prueba de controlar muy bien tanto la dicción como la expresión corporal. 

La valentía de estos jóvenes es digna de ser alabada y respetada. La Nave Argo sigue así su viaje sobre el “proceloso mar” de la más grande dramaturgia clásica. Nosotros estamos a la espera de que vuelva muy pronto a las costas sanvicentinas, con otros trágicos relatos a escenificar.


Fuente: http://www.veu.ua.es/es/noticia/4763/la+nave+argo+vuelve+al+paraninfo+con+bacantes+de+euripides.html

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